Cómo hacer mermeladas y conservas caseras: Delicias de supervivencia
¡Bienvenidos a Vidaprepper! El portal líder en preparacionismo en el mundo de habla hispana. Aquí encontrarás todo lo que necesitas para estar preparado en cualquier situación de emergencia. Desde guías detalladas sobre escenarios de crisis hasta reseñas de productos esenciales para la supervivencia. En esta ocasión, te invitamos a descubrir cómo hacer mermeladas y conservas caseras, auténticas delicias de supervivencia. Aprenderás los beneficios de preparar tus propias mermeladas y conservas, los utensilios necesarios, los ingredientes básicos y los pasos para su elaboración. Además, te daremos consejos y recomendaciones para que tus preparaciones sean un éxito. Y por supuesto, te enseñaremos cómo almacenar y conservar tus mermeladas y conservas de manera adecuada. ¡No te lo pierdas! Sigue leyendo y descubre el delicioso mundo de las mermeladas y conservas caseras de supervivencia.
- Introducción
- Beneficios de hacer mermeladas y conservas caseras
- Herramientas y utensilios necesarios
- Ingredientes básicos
- Pasos para hacer mermeladas y conservas caseras
- Consejos y recomendaciones
- Almacenamiento y conservación de las mermeladas y conservas
-
Preguntas frecuentes
- 1. ¿Cuál es la importancia de hacer mermeladas y conservas caseras de supervivencia?
- 2. ¿Qué tipo de frutas se pueden utilizar para hacer mermeladas y conservas caseras de supervivencia?
- 3. ¿Cuál es la diferencia entre mermeladas y conservas caseras de supervivencia?
- 4. ¿Cuál es el proceso para hacer mermeladas y conservas caseras de supervivencia?
- 5. ¿Cuánto tiempo pueden durar las mermeladas y conservas caseras de supervivencia?
- Conclusion
Introducción
En el mundo de la preparación y supervivencia, es fundamental contar con alimentos no perecederos que puedan ser almacenados por largos periodos de tiempo. Para ello, las mermeladas y conservas caseras se convierten en una excelente opción, ya que permiten prolongar la vida útil de frutas, verduras y otros alimentos, asegurando su disponibilidad incluso en situaciones de emergencia.
¿Qué son las mermeladas y conservas caseras?
Las mermeladas y conservas caseras son preparaciones culinarias que han sido utilizadas durante siglos como una forma de conservar alimentos de temporada. Consisten en cocinar frutas o verduras con azúcar y otros ingredientes para obtener una mezcla densa y dulce que puede ser almacenada en frascos herméticos durante meses e incluso años.
La principal diferencia entre las mermeladas y las conservas radica en la textura y consistencia final. Las mermeladas son más líquidas y suaves, lo que las hace ideales para untar en pan o utilizar como relleno de pasteles y galletas. Por otro lado, las conservas son más espesas y suelen contener trozos enteros o pedazos más grandes de frutas o verduras, lo que las hace perfectas para acompañar carnes o como guarnición en platos principales.
Beneficios de hacer mermeladas y conservas caseras
Existen numerosos beneficios al hacer mermeladas y conservas caseras:
- Control de ingredientes: Al hacer tus propias mermeladas y conservas, tienes el control total sobre los ingredientes que utilizas. Puedes evitar aditivos y conservantes artificiales, y optar por ingredientes orgánicos y de calidad.
- Ahorro económico: Comprar mermeladas y conservas en el supermercado puede resultar costoso a largo plazo. Hacerlas en casa te permite ahorrar dinero, especialmente si aprovechas frutas y verduras de temporada o las obtienes a precios más bajos en mercados locales.
- Personalización de sabores: Al hacer tus propias mermeladas y conservas, puedes experimentar con diferentes combinaciones de frutas, especias y otros ingredientes para obtener sabores únicos y personalizados.
"Hacer tus propias mermeladas y conservas caseras te permite tener alimentos nutritivos y deliciosos incluso en situaciones de emergencia."
- Fuente: Vidaprepper
Beneficios de hacer mermeladas y conservas caseras
1. Ahorro económico
Una de las principales ventajas de hacer mermeladas y conservas caseras es el ahorro económico que supone. Comprar productos frescos y en temporada para hacer nuestras propias conservas nos permite aprovechar los precios más bajos y evitar los costos añadidos de los productos enlatados o envasados comercialmente.
Además, al hacer nuestras propias mermeladas y conservas, podemos utilizar frutas y verduras que están en su punto óptimo de madurez y que de otra manera podrían desperdiciarse. Esto nos permite aprovechar al máximo los alimentos y evitar el desperdicio, lo que se traduce en un ahorro aún mayor.
Por otro lado, al hacer nuestras propias conservas caseras podemos controlar la cantidad de azúcar y otros aditivos que agregamos, lo que también nos permite reducir costos y hacer opciones más saludables.
2. Control de ingredientes y calidad
Al hacer mermeladas y conservas caseras, tenemos el control total sobre los ingredientes que utilizamos. Podemos elegir frutas y verduras frescas y de calidad, así como controlar la cantidad de azúcar, sal u otros aditivos que añadimos.
Esto nos permite evitar los conservantes y aditivos artificiales que a menudo se encuentran en los productos enlatados o envasados comercialmente. Además, podemos adaptar las recetas a nuestras preferencias personales, añadiendo o eliminando ingredientes según nuestros gustos y necesidades dietéticas.
El control de ingredientes y calidad también es especialmente importante para aquellos que tienen alergias alimentarias o siguen dietas especiales. Al hacer nuestras propias mermeladas y conservas, podemos asegurarnos de que no haya ingredientes que nos causen problemas y adaptar las recetas a nuestras necesidades específicas.
3. Mayor duración y disponibilidad
Otro beneficio de hacer mermeladas y conservas caseras es que nos permite prolongar la vida útil de los alimentos y tenerlos disponibles durante todo el año. Al envasar adecuadamente las conservas, podemos conservar los alimentos por mucho más tiempo que si los dejáramos en su estado fresco.
Esto es especialmente útil para alimentos que tienen una temporada corta o que son difíciles de encontrar fuera de ella. Al hacer nuestras propias conservas, podemos disfrutar de frutas y verduras frescas incluso cuando no están en temporada, lo que nos permite tener una mayor variedad de alimentos disponibles en nuestra despensa.
Además, tener nuestras propias mermeladas y conservas caseras nos proporciona una fuente confiable de alimentos en caso de emergencia o situaciones en las que la disponibilidad de alimentos pueda verse comprometida. Esto es especialmente relevante para aquellos que se dedican al preparacionismo y buscan tener provisiones a largo plazo para situaciones de crisis.
Herramientas y utensilios necesarios
1. Ollas de acero inoxidable
Las ollas de acero inoxidable son fundamentales a la hora de hacer mermeladas y conservas caseras. Este tipo de ollas son ideales debido a que distribuyen el calor de manera uniforme, lo que ayuda a cocinar los ingredientes de forma adecuada. Además, el acero inoxidable es resistente a la corrosión y no altera el sabor de los alimentos.
Es recomendable utilizar ollas con capacidad suficiente para poder cocinar la cantidad de mermelada o conserva que se desee hacer. También es importante que cuenten con una tapa para mantener el calor y evitar que se pierdan los aromas y sabores durante la cocción.
Al elegir una olla de acero inoxidable, es importante asegurarse de que sea de buena calidad y esté fabricada con materiales seguros para el contacto con los alimentos. Además, es recomendable que tenga un fondo grueso para garantizar una distribución uniforme del calor.
2. Frascos de vidrio con tapa hermética
Los frascos de vidrio con tapa hermética son esenciales para almacenar las mermeladas y conservas caseras. Estos frascos permiten conservar los alimentos por un largo periodo de tiempo, manteniendo su sabor y textura. Además, el vidrio es un material que no altera el sabor de los alimentos y no desprende sustancias químicas dañinas.
Es importante utilizar frascos de vidrio específicos para conservas, que cuenten con una tapa hermética para garantizar que no entre aire ni se produzcan filtraciones. También es recomendable esterilizar los frascos antes de utilizarlos, para asegurarse de que estén limpios y libres de bacterias.
Al elegir los frascos de vidrio, es importante tener en cuenta el tamaño y la capacidad necesaria para almacenar la cantidad de mermelada o conserva que se va a hacer. También es recomendable optar por frascos de vidrio de buena calidad, que sean resistentes a los cambios bruscos de temperatura y que tengan una forma adecuada para facilitar el vertido y la conservación de los alimentos.
3. Embudo
El embudo es una herramienta muy útil a la hora de hacer mermeladas y conservas caseras, ya que facilita el vertido de los alimentos en los frascos de vidrio. Este utensilio permite controlar el flujo de la mermelada o conserva, evitando derrames y ensuciamientos.
Es recomendable utilizar un embudo de acero inoxidable o plástico alimentario, que sea resistente y fácil de limpiar. Además, es importante que el embudo tenga un tamaño adecuado para adaptarse a la abertura de los frascos de vidrio.
Al utilizar el embudo, es importante asegurarse de que esté colocado de forma segura en el frasco de vidrio y que el vertido se realice de manera suave y controlada. Esto ayudará a evitar accidentes y a garantizar que los alimentos se distribuyan de manera uniforme en los frascos.
4. Cucharas de madera
Las cucharas de madera son herramientas indispensables en la preparación de mermeladas y conservas caseras. Su uso es preferible en comparación con las cucharas de metal, ya que la madera no reacciona con los ácidos presentes en los ingredientes y no altera el sabor de los productos finales.
La elección de una buena cuchara de madera es importante para garantizar la calidad de tus mermeladas y conservas. Busca una cuchara de madera sólida y resistente, que no se astille fácilmente. Además, asegúrate de que esté bien lijada y sin asperezas para evitar la contaminación de tus preparaciones.
La cuchara de madera se utiliza principalmente para mezclar los ingredientes de las mermeladas y conservas mientras se cocinan. Su forma larga y su borde curvado en la punta permiten llegar a todos los rincones de la olla, asegurando una mezcla homogénea y evitando que los ingredientes se peguen en el fondo.
Ingredientes básicos
1. Frutas frescas y maduras
Para hacer mermeladas y conservas caseras, es fundamental utilizar frutas frescas y maduras. Estas frutas proporcionarán el sabor y la dulzura característica de las mermeladas. Puedes utilizar una variedad de frutas, como fresas, duraznos, ciruelas, frambuesas, entre otras. Es importante elegir frutas que estén en su punto óptimo de madurez para obtener los mejores resultados.
Además, es recomendable utilizar frutas de temporada, ya que son más económicas y su sabor es más intenso. Puedes buscar frutas frescas en mercados locales, tiendas de agricultores o incluso cultivar tus propias frutas en casa si tienes espacio y tiempo.
Recuerda lavar bien las frutas antes de utilizarlas y retirar cualquier parte dañada o en mal estado.
2. Azúcar
El azúcar es un ingrediente esencial en la preparación de mermeladas y conservas caseras. No solo proporciona dulzura, sino que también actúa como conservante natural. La cantidad de azúcar que debes utilizar dependerá del tipo de fruta que utilices y de tus preferencias personales.
En general, se recomienda utilizar una proporción de 1:1 de fruta y azúcar. Sin embargo, si prefieres una mermelada menos dulce, puedes reducir la cantidad de azúcar. Para frutas más ácidas, como las frambuesas o las ciruelas, puedes aumentar ligeramente la cantidad de azúcar para equilibrar el sabor.
Es importante utilizar azúcar granulada regular en lugar de azúcar en polvo o edulcorantes artificiales. El azúcar granulada ayuda a que la mermelada espese y proporcione una textura adecuada.
3. Limón
El limón es otro ingrediente clave en la preparación de mermeladas y conservas caseras. El ácido cítrico presente en el limón ayuda a equilibrar el sabor de la fruta y actúa como conservante natural. Además, el limón también ayuda a que la mermelada espese adecuadamente.
Puedes utilizar tanto el jugo como la ralladura de limón en tu receta de mermelada. El jugo de limón se añade durante la cocción de la fruta y el azúcar, mientras que la ralladura de limón se agrega al final para darle un toque de sabor adicional.
Recuerda utilizar limones frescos y exprimir el jugo justo antes de utilizarlo en tu receta. Evita utilizar jugo de limón embotellado, ya que puede tener un sabor artificial.
Pasos para hacer mermeladas y conservas caseras
1. Selección y preparación de frutas
El primer paso para hacer mermeladas y conservas caseras es seleccionar y preparar las frutas adecuadas. Es importante elegir frutas maduras pero no demasiado blandas, ya que esto afectará la textura final de la mermelada. Además, es recomendable utilizar frutas de temporada para obtener el mejor sabor y calidad.
Una vez seleccionadas las frutas, es necesario lavarlas cuidadosamente para eliminar cualquier suciedad o residuos. Luego, se deben pelar y deshuesar, si es necesario, y cortar en trozos pequeños. Algunas frutas, como las fresas o los arándanos, pueden utilizarse enteras o ligeramente trituradas, dependiendo de la textura deseada.
Es importante recordar que algunas frutas contienen más pectina, una sustancia que ayuda a que la mermelada se espese, mientras que otras pueden necesitar la adición de pectina o jugo de limón para lograr la consistencia adecuada. Es recomendable consultar recetas específicas para cada tipo de fruta.
2. Mezcla de ingredientes
Una vez que las frutas están listas, es hora de mezclar los ingredientes necesarios para hacer la mermelada. Además de la fruta, se necesitará azúcar y ácido cítrico, que se puede obtener a través del jugo de limón. La proporción de azúcar dependerá de la fruta utilizada y de la cantidad de pectina natural presente en ella.
En un recipiente grande, se deben combinar las frutas preparadas con el azúcar y el ácido cítrico, y mezclar bien para asegurarse de que todos los ingredientes estén integrados. Es importante seguir cuidadosamente las cantidades recomendadas en la receta, ya que tanto la falta como el exceso de azúcar pueden afectar el proceso de conservación y el sabor final de la mermelada.
Además, se pueden agregar otros ingredientes para dar sabor extra a la mermelada, como especias, hierbas o incluso licores. Estos ingredientes adicionales pueden personalizar la mermelada según los gustos y preferencias de cada persona.
3. Cocción y esterilización
Una vez que la mezcla de ingredientes está lista, se debe llevar a cabo el proceso de cocción y esterilización para asegurar la conservación adecuada de la mermelada. Para ello, se debe colocar la mezcla en una olla grande y llevarla a fuego medio-alto.
Es importante revolver constantemente la mezcla para evitar que se pegue en el fondo de la olla y se queme. La cocción debe continuar hasta que la mermelada alcance la consistencia deseada, lo cual puede llevar aproximadamente de 20 a 30 minutos.
Una vez que la mermelada ha alcanzado la consistencia adecuada, se debe retirar del fuego y dejar enfriar ligeramente. Mientras aún está caliente, se debe verter la mermelada en frascos esterilizados y cerrarlos herméticamente. Esto ayudará a prevenir la entrada de aire y bacterias, asegurando una mayor duración de la conserva.
4. Envasado y sellado
Una vez que has preparado tu mermelada o conserva casera, es importante envasar y sellar correctamente los recipientes para asegurar su conservación a largo plazo. Aquí te mostraremos algunos consejos para realizar este paso de manera efectiva.
- Prepara los recipientes adecuados: Para envasar tus mermeladas y conservas caseras, es recomendable utilizar frascos de vidrio con tapas herméticas. Asegúrate de que los frascos estén limpios y esterilizados antes de utilizarlos. Puedes hervirlos en agua caliente durante unos minutos o utilizar un ciclo de esterilización en el lavavajillas.
- Llena los frascos correctamente: Es importante llenar los frascos dejando un espacio adecuado en la parte superior. Esto permitirá la formación de vacío una vez que se sellen los frascos, lo cual es clave para la conservación de las mermeladas y conservas. Siguiendo las instrucciones de la receta, deja el espacio recomendado, generalmente de 1 a 2 centímetros, para asegurar un sellado adecuado.
- Sella los frascos herméticamente: Una vez que has llenado los frascos, asegúrate de que estén bien sellados para evitar la entrada de aire y la contaminación de los alimentos. Puedes utilizar tapas de metal con anillos de cierre, tapas de rosca o tapas de vacío, según prefieras. Asegúrate de ajustar bien las tapas y comprobar que no haya fugas.
- Realiza el proceso de conserva: Para asegurar una mayor durabilidad de tus mermeladas y conservas caseras, puedes realizar un proceso de conserva en agua caliente o envasado al vacío. Esto implica sumergir los frascos llenos de mermelada en agua caliente durante un tiempo determinado para matar cualquier bacteria o microorganismo presente. Luego, se retiran los frascos y se dejan enfriar antes de almacenarlos en un lugar fresco y oscuro.
Recuerda etiquetar tus frascos de mermelada o conserva casera con la fecha de envasado y el contenido para facilitar su identificación a futuro. Además, inspecciona regularmente los frascos para asegurarte de que no haya signos de deterioro o contaminación.
Consejos y recomendaciones
1. Utilizar frutas de temporada
Una de las claves para hacer mermeladas y conservas caseras de supervivencia deliciosas es utilizar frutas de temporada. Esto no solo garantiza que las frutas estén en su punto óptimo de madurez, sino que también son más económicas y fáciles de conseguir.
Las frutas de temporada suelen tener un sabor más intenso y dulce, lo que se traduce en mermeladas y conservas con un sabor excepcional. Además, al utilizar frutas de temporada, aprovechas al máximo los recursos disponibles en cada estación del año, lo cual es fundamental en situaciones de supervivencia.
Por ejemplo, en primavera puedes hacer mermeladas de fresas o cerezas, en verano de duraznos o ciruelas, en otoño de manzanas o peras, y en invierno de naranjas o limones. Adaptarse a la temporada no solo te permite disfrutar de sabores variados durante todo el año, sino que también te ayuda a estar preparado en caso de emergencia.
2. Probar diferentes combinaciones de sabores
Una de las ventajas de hacer mermeladas y conservas caseras es la posibilidad de experimentar con diferentes combinaciones de sabores. No te limites a las recetas tradicionales, ¡atrévete a probar nuevas combinaciones y crear tus propias recetas!
Por ejemplo, puedes combinar frutas ácidas como las frambuesas con frutas más dulces como las fresas, o añadir especias como la canela o el jengibre para darle un toque especial a tus conservas. La creatividad no tiene límites, y al experimentar con diferentes sabores, puedes descubrir combinaciones que se conviertan en tus favoritas.
Recuerda que la preparación de mermeladas y conservas caseras es una forma de arte, y cada persona tiene sus propios gustos y preferencias. No tengas miedo de probar cosas nuevas y descubrir sabores únicos y deliciosos.
3. Etiquetar correctamente los frascos
Una parte fundamental de hacer mermeladas y conservas caseras es etiquetar correctamente los frascos. Esto te permitirá identificar fácilmente el contenido de cada frasco y saber cuándo fue hecho. Además, una buena etiqueta puede añadir un toque personal y creativo a tus conservas.
Al etiquetar los frascos, asegúrate de incluir el nombre de la fruta utilizada, la fecha de elaboración y cualquier otro detalle relevante, como ingredientes adicionales o instrucciones de almacenamiento. Esto te ayudará a mantener un orden en tu despensa y a consumir las conservas en el momento adecuado.
Además, puedes aprovechar la etiqueta para añadir un toque personal a tus conservas. Puedes decorarlas con colores, dibujos o incluso escribir mensajes especiales. Recuerda que en situaciones de supervivencia, los detalles pueden marcar la diferencia y hacer que tus conservas sean más atractivas y reconfortantes.
Almacenamiento y conservación de las mermeladas y conservas
1. Lugar fresco y oscuro
El primer paso importante para asegurar la conservación adecuada de las mermeladas y conservas caseras es almacenarlas en un lugar fresco y oscuro. La luz y el calor pueden acelerar el proceso de deterioro de los alimentos, por lo que es fundamental evitar la exposición directa a la luz solar y a fuentes de calor. Lo ideal es guardar los frascos en una despensa o armario fresco, lejos de la luz del sol y de las fuentes de calor, como la estufa o el horno.
Además, es importante mantener una temperatura constante en el lugar de almacenamiento. Los cambios bruscos de temperatura pueden afectar la calidad de las mermeladas y conservas, por lo que es recomendable evitar lugares donde haya fluctuaciones extremas de temperatura, como cerca de ventanas o radiadores.
Otro aspecto a tener en cuenta es la humedad. Es importante que el lugar de almacenamiento esté seco para evitar la proliferación de bacterias y hongos. Si el ambiente es demasiado húmedo, las tapas de los frascos pueden corroerse y comprometer la conservación de los alimentos.
2. Revisar regularmente los frascos
Para garantizar la seguridad alimentaria, es fundamental revisar regularmente los frascos de mermeladas y conservas caseras. Esto implica verificar que las tapas estén bien selladas y que no haya signos de deterioro, como oxidación, abolladuras o fugas de líquido.
En caso de detectar algún frasco en mal estado, es importante desecharlo de inmediato para evitar cualquier riesgo de contaminación. Además, es recomendable etiquetar cada frasco con la fecha de envasado para poder llevar un control del tiempo de conservación y consumir primero aquellos que tienen mayor antigüedad.
Si se observa algún cambio en el color, textura u olor de las mermeladas o conservas, es recomendable desecharlas. Estos cambios pueden ser indicativos de un deterioro de los alimentos y pueden representar un riesgo para la salud.
3. Consumir preferentemente en un año
Si bien las mermeladas y conservas caseras pueden conservarse durante un largo período de tiempo, es recomendable consumirlas preferentemente en un año. A medida que pasa el tiempo, es posible que el sabor, la textura y la calidad de los alimentos se vean afectados.
Es importante tener en cuenta que la fecha de caducidad impresa en los frascos se refiere a la fecha límite de consumo óptimo. Sin embargo, si las mermeladas y conservas se han almacenado adecuadamente y no presentan signos de deterioro, es posible consumirlas incluso después de la fecha de caducidad, aunque se recomienda hacerlo con precaución y evaluar la calidad de los alimentos antes de consumirlos.
Para asegurar la conservación adecuada de las mermeladas y conservas caseras, es importante almacenarlas en un lugar fresco y oscuro, revisar regularmente los frascos en busca de signos de deterioro y consumirlas preferentemente en un año. Siguiendo estas recomendaciones, podrás disfrutar de deliciosas mermeladas y conservas caseras durante más tiempo y garantizar su seguridad alimentaria.
Preguntas frecuentes
1. ¿Cuál es la importancia de hacer mermeladas y conservas caseras de supervivencia?
Las mermeladas y conservas caseras de supervivencia son importantes porque permiten tener alimentos duraderos y nutritivos en situaciones de emergencia.
2. ¿Qué tipo de frutas se pueden utilizar para hacer mermeladas y conservas caseras de supervivencia?
Se pueden utilizar diferentes frutas como fresas, duraznos, manzanas, frutas del bosque, entre otras, para hacer mermeladas y conservas caseras de supervivencia.
3. ¿Cuál es la diferencia entre mermeladas y conservas caseras de supervivencia?
La diferencia radica en la consistencia y textura de los alimentos. Las mermeladas son más suaves y untuosas, mientras que las conservas son más firmes y tienen trozos enteros de fruta o verdura.
4. ¿Cuál es el proceso para hacer mermeladas y conservas caseras de supervivencia?
El proceso generalmente implica cocinar las frutas o verduras con azúcar y otros ingredientes, envasar en frascos esterilizados y esterilizar nuevamente para garantizar la conservación adecuada.
5. ¿Cuánto tiempo pueden durar las mermeladas y conservas caseras de supervivencia?
Si se almacenan adecuadamente, las mermeladas y conservas caseras de supervivencia pueden durar hasta un año o más, dependiendo de las condiciones de almacenamiento.
Conclusion
Aprender a hacer mermeladas y conservas caseras es una habilidad valiosa que nos permite disfrutar de deliciosos productos durante todo el año, además de brindarnos una alternativa saludable y económica. A través de este artículo, hemos destacado los beneficios de esta práctica, los utensilios necesarios, los ingredientes básicos y los pasos a seguir para lograr resultados exitosos.
Te invitamos a poner en práctica lo aprendido y comenzar a disfrutar de tus propias mermeladas y conservas caseras. No solo estarás ahorrando dinero y evitando el desperdicio de alimentos, sino que también estarás adquiriendo una habilidad útil en situaciones de emergencia o supervivencia. ¡No esperes más y comienza a experimentar con diferentes sabores y combinaciones!
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